domingo, 29 de marzo de 2009

2035

Transcurría el año 2035. Buena parte de los mares estaban contaminados. Debido al calentamiento global muchos glaciares se habían derretido. Por la tala indiscriminada de árboles quedaban muy pocas selvas. El agua potable era escasa y se vendía a precios elevadísimos.
Un hecho extraño se produjo en un basural cercano a la ciudad brasileña de Fortaleza. Los hijos de los cirujas que habitaban esa zona nacían diferentes. Tenían manos terminadas en ocho dedos sin uñas, piel gris, cabeza calva y bocas sin dientes. Nadie sabía las causas de esas malformaciones. Muchos creían que se trataba de una mas de las tantas enfermedades que dejaban decenas de muertos año tras año. Otros en cambio pensaban que llevaban el mal en sus cuerpos y entonces hacían ceremonias religiosas para liberarlos.
Con el tiempo estos fueron creciendo a medida que nacieron varios mas. Hasta que hubo un dia en el que asesinaron a sus propios padres. Y al grito de "seremos la futura raza humana " se escaparon de allí.
Mientras tanto en las ciudades de Europa y Estados Unidos la gente seguía con su habitual ritmo de vida. Yendo al trabajo en trenes o subtes que superaban los quinientos kilómetros por hora, o en autos que eran programados digitalmente para que conduzcan solos. Y habitando casas donde las computadoras se encargaban de todo. De llamar al supermercado cuando faltaban alimentos en la heladera, al plomero cuando se rompía algun caño o al médico cuando alguien se enfermaba.
Por otra parte en el resto del mundo la población vivía en hogares de cemento semidestruidos o de chapa y cartón. Debían usar barbijos a causa del humo que emanaban los autos, camiones y colectivos destartalados que circulaban por las calles cubiertas de pozos. No faltaban aquellos que comían las sobras de alimentos que encontraban en las basuras amontonadas en las esquinas. Las veredas de las avenidas eran ferias de puestos ambulantes donde se vendía de todo. En cambio sus dirigentes vivían en lujosos barrios privados. Apartados del resto de la gente y rodeados por cordones policiales o alambres de púa electrificados para impedir que alguien ingrese.
Años despues empezó a rondar una noticia acerca de que algunas regiones del planeta habían sido arrasadas por un objeto desconocido. Meses mas tarde tambien se informó de que ya había sido devastada una buena parte de Africa, Asia y América Latina. Ante la preocupación que empezaba a generarse entre el resto de la población mundial los gobiernos de Estados Unidos y los principales paises de Europa decidieron enviar aviones militares a América del Sur para ver lo que sucedía.
Cuando estos se hallaban sobrevolando México sus tripulantes vieron que abajo había ciudades destruidas, campos incendiados, rutas llenas de cráteres.
Una vez que se acecaron al Canal de Panamá de repente y sin que figurasen en sus radares aparecieron varias naves de forma triangular. Las cuales disparaban proyectiles avereando y provocando la caída de sus vehículos para luego arrojar al aire un gas venenoso que les provocó la muerte inmediata.
Al cabo de varios días esas mismas maquinarias bombardearon la ciudad de Miami produciendo una enorme cantidad de muertes y daños materiales. Luego hicieron lo mismo en Los Angeles, solo que esta vez se encontraron con una ciudad militarizada.
Al impactar el disparo de un tanque contra uno de esos objetos cubriéndolo en llamas, de su interior se arrojó un cuerpo en paracaidas.Una vez que el combate terminó todas las miradas de los que se hallaban allí apuntaron a esa extraña figura. Casi parecida a la de un ser humano si no fuera por su piel gris, su cabeza calva, su boca sin dientes o sus manos terminadas en ocho dedos sin uñas.
Al rato descendió un helicóptero cargado de policias, quienes se encargaron de esposarlo. Y este, en un perfecto idioma inglés, empezó a gritar_¡ Nunca podrán vencernos! ¡Ustedes fueron los que indirectamente nos crearon! ¡Nosotros somos la nueva raza humana! ¡La única especie que habitará de ahora en mas este suelo! Ante las preguntas que muchos le hacían, mas tranquilo dijo que nacieron hace varios años en los basurales de las zonas pobres del Tercer Mundo y al principio eran hijos de cirujas. Pero que después se encargaron de matar a sus propios padres y escapar hacia los sitios mas despoblados del planeta para formar sus aldeas y estar lejos de los demás seres humanos. También explicó que les hace bien respirar el aire cargado de smog que hay en muchas ciudades, se bañan en aguas contaminadas y se alimentan bebiendo combustibles o mediante pastillas hechas con plástico o hierro fundido.
Luego, al ver que todos permanecían en silencio continuo diciendo_ nuestro objetivo es eliminar a todo ser viviente. Ahora tenemos con que. Somos muchos mas que antes. Pertenecemos a la nueva generación de seres humanos adaptada a estos tiempos ¿ o acaso el hombre no desciende del mono? ¿ o no fué evolucionando con los siglos? La única diferencia es que eran mas tolerantes con las demás especies. Nosotros queremos estar solos, ser los únicos.
La gente que estaba allí lo miraba cada vez con mas odio. Incluso había varios que comenzban a insultarlo. Sin embargo este, con una actitud desafiante, volvió a acotar_ nosotros no los obligamos a nada. Ustedes nos crearon. Si hubiesen evitado que el mundo llegue a esta situación jamás existiríamos. Ahora ya es tarde.
Ni bien terminó de pronunciar esta frase cinco balas de plomo impactaron sobre su cuerpo matándolo al instante.
Días después aparecieron noticias sobre nuevos ataques en el este de Europa. Los reclamos de vecinos, comerciantes, sindicatos, organizaciones sociales, etc para que los Gobiernos hagan algo al respecto se multiplicaban. Fue ahí cuando en la Casa Blanca, tras una reunión de gobernadores, se acordó enviar a cada uno de los cinco continentes un amplio ejército compuesto por aviones y helicopteros.
A medida que estos avanzaban sus ocupantes se sorprendían al ver que en regiones como el desierto del Sahara, Australia o la Patagonia esos individuos construyeron enormes ciudades que no figuraban en ningún lado. Las cuales contaban con altísimos rascacielos de vidrio y metal, inmensas redes de autopistas, autos que volaban. También había zonas de fábricas junto a chimeneas que saturaban el aire de humo.
Mas tarde, mientras seguían su marcha, en cada uno de los frentes fueron sorprendidos por cientos de naves triangulares que lanzaban lluvias de proyectiles acompañada de un gas venenoso que logró vencerlos al instante. Solo una pequeña parte de las tropas enemigas resulto dañada por las fuerzas militares. Ante esta dramática situación la Casa Blanca decidió enviar mas tropas. Mientras tanto llegaban informes de que nuevas ciudades como Roma o Madrid habían sido bombardeadas. En las que aún se mantenían a salvo el clima era caótico. Gente que huía sin saber donde, olas de suicidios. Los centros religiosos estaban colmados de fieles que pedían milagros. Las viviendas y comercios que quedaban abandonados eran saqueados por malvivientes que se aprovechaban de la situación.
Una vez que los ejércitos ya se hallaban en las zonas de conflicto en cuatro continentes fueron sorprendidos de manera instantánea. Solo que en uno de ellos, específicamente en Asia, los tripulantes de un avión pudieron tirarse en paracaidas sobreviviendo a los objetos que estos les arrojaban.
Desembocaron en un extraño paisaje. El cual contaba con dunas formadas por escombros y trozos de hierro, plastico y vidrio junto a un lago negro que irradiaba un olor nauseabundo. Y a pocos metros había una especie de balneario con una máquina que no dejaba de lanzar humo, música electrónica, carpas y algunas mesas. En las cuales había varios de estos individuos conversando mientras bebían latas de pintura. Otros en cambio jugaban al fútbol o se hallaban tirados en el suelo tomando sol.
De pronto cinco de ellos salieron del lago y los sorprendieron agarrándolos del cuello. Luego se pelearon a golpes hasta que de ese balneario vinieron dos mas. Quienes les arrojaron ese gas venenoso matándolos al instante.
En cambio en Europa la situación fué distinta. Allí se produjeron severos combates en donde a pesar de tener importantes bajas los ejércitos no solo lograron vencer, sino que también destruyeron varias ciudades enemigas. Mas tarde sus ocupantes se enteraron de que en todo el planeta ya casi no había lugares a salvo. Intentaron ir a defender esos pocos sitios pero les fué imposible. De todos lados aparecieron enormes cantidades de esas naves triangulares que los derrotaron enseguida.
Con el paso de los días esos individuos siguieron destruyendo todo lo que aun les faltaba hasta alcanzar su objetivo.

sábado, 3 de enero de 2009

La casa de Alberto y Silvia

Alberto era arquitecto, Silvia psicóloga. Vivían en un departamento de Belgrano y estaban cada vez mas cansados del ritmo de la ciudad. Por lo que decicieron comprar una casa en las afueras de un pequeño pueblo para pasar los fines de semana. Esto hizo que Silvia eliminara los turnos que daba para los Sábados a la mañana y optara por trabajar mas de Lunes a Viernes.En ese pueblo dormían largas siestas. Comían asados en un patio que tenían en el fondo. Nada ni nadie los molestaba. Tampoc faltaban las mañanas en las que, luego de desayunar, caminaban por una amplia zona de quintas y pastizales hasta llegar al centro. Donde había autos, negocios y gente. Allí miraban vidrieras y a veces tomaban algo en algún bar. También compraban el diario, facturas o alfajores.Una noche paró una camioneta frente a su casa. Su onductor se bajó y se quedó allí parado un largo rato. Luego volvió a subir, toco bocina como si estuviese saludando y arrancó. No sabían quien pudo haber sido. Ningún conocido suyo tenía la dirección de ese nuevo lugar. Pensaban que quizá era alguien que se equivocó de calle.Después las semanas fueron pasando sin que transcurriera algún hecho similar. Ya venían los meses de calor. Por lo que generalmente iban a pasarlos a una laguna que quedaba cerca de allí. Donde además había un balneario con pileta, quinchos, canchas de fútbol, bochas y caballos para alquilar. También estaban las tardes que se quedaban tomando mate en el jardin que tenían en la entrada de su casa. Mirando como el sol se ocultaba entre las hojas de los árboles mientras el cielo se ponía cada vez mas oscuro.En otra ocasión Silvia fué a cerrar la ventana. Entre la poca luz que había afuera alcanzó a distinguir la figura de un hombre, quien estaba sentado en la vereda de enfrente.Sin embargo optó por no darle demasiada importancia y siguió mirando la tele. A la mañana siguiente ya no estaba.Luego hubo una madrugada en las que los dueños de esa casa se despertaron a causa del intenso olor a humo que había. Revisaron varios artefactos y encontraron todo normal. Al mirar a la calle vieron a esa persona tocando una guitarra al lado de una fogata. Les pareció extraño. No entendían que podía estar haciendo a esa hora en ese lugar. Para no complicarse decidieron acostarse e intentar conciliar de nuevo el sueño. Al otro día quedaban solo las cenizas.Durante un largo tiempo no tuvieron noticias de aquel hombre. Algunas veces cuando salían a cenar y caminar por la avenida principal lo veían comprando flores o sentado en algún bar con dos vasos de cerveza. Lo que los hacía suponer que estaba acompañado de alguien. Solo una noche tuvieron problemas. Fué cuando al volver a su casa encontraron su camioneta estacionada en la puerta. Una vez que bajaron del auto para entrar vieron que este se hallaba acostado en el jardin con una botella de vino y dos copas. Apenas los vió arrojó la botella contra una pared reventándola en mil pedazos, fué hacia la camioneta y salió a toda velocidad.Luego como se les había roto el auto sumado a que Alberto estaba demasiado ocupado con el nuevo shoping que se iba a construir estuvieron sin ir varios días. Después fueron varios fines de semana pero no supieron nada de ese hombre. Solo una vez lo cruzaron. Cuando salieron del cine y vieron que este estaba en la fila para el próximo turno.Otro Sábado salieron mas tarde que lo habitual. Tenían visitas. Se trataba de Daniel y Norma, un matrimonio amigo al que no veían desde hace años. Con quienes entre café y medialunas se la pasaron recordando viejas épocas. Como la noche que Alberto conoció a Silvia en un fogón de Villa Gesel, la banda de rock que intentaron formar este, Daniel y dos compañeros mas de la secundaria. Pero luego el tiempo pasó y quedó todo en la nada. Tampoco faltaron los asaltos, los picnic de primavera o el último recital de Sui Generis, al que habían ido con Carlos, un amigo del barrio que los llevó en un Fiat 600 y que a la vuelta terminaron en la comisaría por sospechosos. Luego hablaron de su situación actual. De los hijos que crecen, se independizan y se van a vivir solos mezclado con algo de política y fútbol.Una vez que se quedaron solos fueron para el pueblo.Llegaron de noche. Vieron que en la puerta de su casa estaba estacionada la camioneta de ese hombre, la cual tenía abierta la puerta de atrás. Pusieron las luces largas e iluminaron el frente pero no encontraron nada. Al ponerse detrás de la camioneta vieron que su dueño se hallaba completamente desnudo durmiendo en un colchón. Silvia pegó un grito. Inmediatamente este se levantó, agarró un palo de escoba que tenía y empezó a golpearles el capot. Lo que obligó a Alberto a poner su coche en marcha. Y entre los dos acordaron recorrer de nuevo los mas de doscientos kilómetros que los separaban de la Capital.Por ese motivo estuvieron un largo tiempo sin ir. Aquel lugar ya no les resultaba tan atractivo como al principio. Ademas ya comenzaba el otoño y los días no eran tan lindos. Preferían ir al Tigre, a Luján o a alguna de las tantas quintas que hay en las afueras de Buenos Aires.También aprovechaban para visitar mas seguido a sus hijos. A Gastón, que alquilaba un departamento junto a dos amigos de la facultad, y a Micaela, que era contadora y vivía con s marido y su pequeña hijita. A quien casi siempre le compraban golosinas o muñecas para que juegue.Un Sábado fueron de nuevo. Se la pasaron buena parte del día pintando, barriendo y sacando las hojas secas que cubrían la entrada. Como estaban cansados y ya se había hecho la tarde decidieron quedarse hasta el Domingo. No tuvieron ningún tipo de problema. Hecho que los animó un poco. Por lo que fueron varios fines de semana mas aunque no tan seguido como antes.Hasta que otra noche volvió a parar esa camioneta. Su conductor se bajó. Solo que esta vez vestido de saco y corbata. Caminó hacia la casa y golpeó la puerta. Alberto y Silvia preguntaron que quería pero no contestaba. Solo se limitaba a pronunciar el nombre Rita. El cual primero lo decía en voz baja, pero a medida que pasaban los minutos lo hacía cada vez mas alto llegando a gritar. Luego empezó a tirar piedras contra el frente. Por lo que los dueños de esa casa decidieron llamar a la policía.Al rato llegaron tres patrulleros con varios uniformados y familiares de ese hombre. Quienes explicaron que desde hace un tiempo y cada vez mas seguido por las noches sufre ataques de locura. Cree que su esposa, quien murió hace mas de quince años, aún sigue viva. Razón por la que a veces se pierde, desaparece por semanas enteras y viene aquí. A la casa donde ella vivía cuando estaban de novios. Antes de que se casaran y se mudaran a la ciudad de La Plata.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Buenos Aires 2020

Transcurría el año 2020. La mayoría de la gente de clase media vivía en Capital. El norte y oeste del Conurbano eran zonas exclusivas de quintas y barrios privados. Varios kilómetros al sur del Riachuelo se extendía una enorme villa de emergencia. La cual estaba rodeada de gruesos muros de cemento terminados en alambres de púa electrificados para impedir que alguien se escapara. También era vigilada por cientos de militares armados.
En los dos primeros sectores la gente leía las noticias solo a traves de Internet. No había diarios ni revistas debido a que los bosques corrían peligro de extinción y por lo tanto estaba prohibido el uso de la madera. Razón por la cual los muebles eran de plástico y los asados se hacían colocando el menú sobre una hornalla a gas ubicada en el interior de cada parrilla. Los chicos no iban a la escuela, sino que los maestros y profesores eran pagados por sus padres para que fueran a enseñarles a sus casas. Tampoco había cines ni teatros. El fútbol y los recitales de música se hacían a puertas cerradas. La gran atracción eran los Entreteniment Watch, especies de ciber despsrramados por todos los barrios en donde uno abonaba y se sentaba frente a una pantalla. Allí luego de ponerse un audífono y anteojos tridimensionales podía mirar en directo el partido que prefiera, algún recital o película que recien se haya estrenado.
En cambio los habitantes del último sector, que eran la mayoría, vivían hacinados en casillas de chapa y lona. No tenían luz, gas ni teléfono. El agua corriente era escasa. Tampoco había hospitales ni centros de salud. Las enfermedades causaban decenas de muertes por día.
Horacio miraba la tele en el living de su casa. Escuchó ruidos en la cocina. Fué a ver y no encontró nada extraño. Cuando abrió la alacena se le abalanzaron unos insectos parecidos a las cucarachas pero mucho mas grandes. Los cuales estaban recubiertos de un grueso pelaje marrón y tenían una larga cola. Empezaron a caminarle por todas partes sin que los pueda espantar. Luego le clavaron un aguijón que poseían entre sus patas delanteras hasta dejarlo sin vida.
Carlos manejaba su camión mientras escuchaba música. Repartía carne para una importante cadena de supermercados. De pronto fué atacado por unas criaturas similares a las anteriores que le hicieron perder el control del vehículo.
Ana atendía un almacen. Cuando se fijó en una pantalla lo que había en las heladeras vió que en una los quesos estaban mordidos, había pedazos de fiambre desparramados por todos lados. como si algún roedor los hubiese atacado. Al abrirla comprobó que esa imagen era cierta. Bajó la vista y se encontró con una enorme cantidad de esos insectos. Estos la picaron por todo el cuerpo provocándole la muerte inmediata.
En todos los casos los familiares de las víctimas no sabían que hacer ni donde ir. Solo se limitaban a llorar por sus seres queridos y cuidar la higiene en sus hogares.
Semanas después un grupo de empleados del Gobierno realizaban una limpieza en los bosques de Palermo. Debían terminar antes del mediodía como era habitual. Momento en el que activaban las cámaras de seguridad y abrian el enrejado que lo rodeaba para permitir el acceso al público. Sin embargo esto no ocurrió. En un zanjón hallaron unos huevos grises del tamaño de una manzana. Luego fueron atacados por varias de esas criaturas. La mayoría logró huir. Otros tantos no corrieron igual suerte.
A la mañana siguiente fueron algunos de esos empleados acompañados por personal de seguridad. Al ver que se acercaban y no dejaban de multiplicarse los miembros de este último grupo decidieron abrir fuego. Lo que hizo que algunas escaparan y otras fallecieran al instante. Pero que una gran mayoría se abalanzara sobre las personas que allí estaban provocándoles heridas importantes e incluso la muerte. Finalmente atraparon a una y la llevaron a analizar.
Luego de varios días y en vivo para las principales cadenas de radio y televisión el Ministro de salud explicó que esos animales nacieron en las orillas del Riachuelo y lentamente fueron expandiéndose hacia otras zonas. Tambien dijo que son omnívoros, tienen rápida reproducción y descienden de las ratas, cucarachas y otras especies de insectos. Pero mayor preocupación causó al comentar que se desconocen los motivos por los que se originaron y son resistentes a los venenos tradicionales. Que la única solución es evacuar la ciudad para después dinamitarla.
A partir de ese instante la gente no hablaba de otra cosa que no tuviese relación con ese tema. Desde los medios aconsejaban abandonar Buenos Aires. Los accesos se llenaban de coches a la vez que las empresas de transporte no daban abasto con los pedidos. En internet se multiplicaban los avisos referidos a negocios inmobiliarios.
Tambien había enfrentamientos entre la policía y grupos de derechos humanos, organizaciones de izquierda. Estos pedían que el Gobierno construya viviendas populares en otras zonas, ponga micros gratuitos para hacer mas fácil la evacuación, ayude a irse a los que menos tienen. Pero desde el poder, con el argumento de que las protestas estaban prohibidas, solo se limitaban a reprimir con balas de plomo y unos rayos verdes que mataba instantáneamente a todo aquel que lo alcanzara.
Mientras tanto esas criaturas seguían causando desastres. Hubo una tarde en la que se abalanzaron sobre las personas que estaban en los juegos mecánicos ubicados en un sector del Parque Centenario. Otra mañana el Mercado Central amaneció plagado de esos insectos, lo que llevó a las autoridades a dinamitarlo. La linea A de subte, a raiz de los numerosos ataques producidos en la estación General Paz, dejó de funcionar. Algo parecido ocurrió con el club privado que ocupaba el predio donde antiguamente se hallaba la Reserva Ecológica, al cual por seguridad se lo prendió fuego y se construyó un muro sobre la avenida Costanera para evitar que alguien ingrese.
Una vez que ya no quedaba mas nadie toda la ciudad fué bombardeada. Incluso la villa de emergencia, cuyos habitantes, al no tener ayuda del Gobierno ni forma de irse se tuvieron que quedar. Semanas después todo era diferente. Lo que antes había sido Buenos Aires ahora era un enorme manto de cenizas y escombros. La nueva Capital pasó a ser Córdoba.
Esto trajo algo de alivio al Gobierno. Sobre todo porque ya no debía cargar con los millones de individuos que poseía esa villa y en el pais se redujo el número de pobres.

viernes, 17 de octubre de 2008

El hombre de la carpa.

En aquella plaza unos niños jugaban a la pelota. Al rato se les fué a una carpa ubicada a pocos metros. Vieron que se las devolvió un hombre canoso al que le faltaban todos los dientes, tenía una larga barba y vestía un saco marrón repleto de agujeros. Se asustaron y huyeron.
Una mañana pasó una señora por ese lugar. Se encontró con que este dormía sobre el pasto a pesar del intenso frío que hacía. Tambien vió que sus pies descalzos llenos de ampollas terminaban en largas uñas negras. Sintió asco y caminó hacia la vereda de enfrente.
Al volver de cenar tres abuelos se cruzaron con esa persona, quien quemaba unas ramas y apenas los vió les empezó a hablar. Sin embargo optaron por no llevarle el apunte y siguieron su marcha.
Con el correr de los días los vecinos de ese barrio se fueron acostumbrando a la presencia de aquel hombre. Lo hallaban hablando solo, emborrachándose, buscando comida entre la basura. Muchos le llevaban ropas viejas o sobras de alimentos. Pero a nadie le interesaba conversar con él o darle algún trabajo.
Una vez que murió vieron que dentro de su carpa había una importante cantidad de cuadros y láminas. También encontraron fotos en donde, mas joven, aparecía exponiendo esas mismas pinturas en diferentes galerías de arte. Pero mas sorprendidos se quedaron cuando descubrieron acuarelas secas, pinceles manchados, y una hoja con una frase que decía " En el cielo ya no me aceptan. Ahora cobran entrada y solo buscan caras lindas con exelentes trajes"

viernes, 12 de septiembre de 2008

Las cartas de José.

José vivía en un departamento ubicado en Chacarita.
Una noche, al volver del kiosco donde trabajaba, vió que en la mesa de su comedor había un sobre. Le pareció raro. Era el único que habitaba en ese lugar y no recordaba haber recibido ninguna carta. Cuando lo abrió descubrió que no tenía remitente ni dirección. Solo contaba con cinco hojas. Agarró una y vió que a modo de concurso aparecía una serie de veinte preguntas que debía responder sobre diferentes acontecimientos políticos que se produjeron a lo largo de la historia contemporánea. Al tomar otra se encontró con un cuestionario similar al anterior pero relacionado con el deporte. Mientras que en las tres restantes le preguntaban cosas que tenían que ver con la ciencia, la música y la literatura.
Se quedó asombrado con esto. No tenía idea sobre su significado, quienes o por que lo hicieron.
A la mañana siguiente cuando se levantó se llevó otra sorpresa al ver que esas hojas no se hallaban desparramadas por la mesa tal como las había dejado. Sino que estaban prolijamente guardadas dentro del sobre. Como si alguien las hubiese ordenado. Para no preocuparse decidió ignorar aquello y salir hacia su trabajo. Ademas si bien no era normal tampoco lo afectaba demasiado. Nunca le faltó nada, nadie intentó matarlo.
Cuando volvió se encontró con que la carta seguía igual que antes.
Durante el otro día tampoco se produjo nada extraño. Hasta que al siguiente hubo un momento en el que intentó llevarla a lo de un amigo. Apenas fué a atravesar la puerta de salida de repente se recubrió con una luz azul para desaparecer de su mano y reaparecer donde se hallaba antes. Probo varias veces mas pero le volvía a ocurrir lo mismo. Lo que lo obligó a cambiar de idea optando por invitar a su amigo a su casa para que la viera. Sin embargo esto tampoco pudo hacerlo. Apenas llegó ese sobre nuevamente desapareció luego de haberse iluminado de azul. Recien se hizo visible cuando el dueño de ese departamento se volvió a quedar solo.
Los demas dias pasaron con total normalidad siempre y cuando ese sobre estuviese de manera ordenada y no fueran visitas. De lo contrario volvía a suceder lo mismo. Eso empezaba a inquietarlo a José. Nunca había visto algo igual. Tambien le resultaba extraño el hecho de que nadie mas parecía haber recibido algo similar. A todas las personas que le decía pensaban que bromeaba o se había vuelto loco.
Semanas despues, al no producirse ningun episodio que le diera esa magia, aquel sobre seguía siempre de la misma manera. Tanto que José le prestaba cada vez menos atención llegándolo a observar como un objeto mas. Tal como ocurría con el florero o con una jarra de bronce que había en un armario. Un Domingo por la tarde daba vueltas por el living sin saber lo que hacer. A modo de entretenimiento y sumado a los conocimientos que tenía desde los años que había sido profesor de historia se dedicó a contestar las preguntas que allí aparecían. Cuando terminó vió que las hojas se guardaban solas para luego el sobre entero teñirse de azul y desaparecer.
Durante los dias posteriores el hombre de Chacarita no recibió ninguna otra carta de ese estilo. Por su mente ahora giraban varios pensamientos acerca de como obtuvieron sus datos o lo que significaba esa magia que lo envolvía. Tampoco entendía los motivos por los que desaparecía cuando tenía visitas o pretendía llevarla al exterior.
Otra noche se encontró con un sobre similar. El cual albergaba una sola hoja con sesenta preguntas. Probó sacarlo a la calle pero tampoco podía. Al terminar de completarlo reaccionó igual que el anterior.
Despues de varios días le llegó otro. Este contaba con treinta preguntas que ni bien las contestó tambien actuó del mismo modo.
Semanas mas tarde el dueño de ese departamento recibió una caja de cartón. La cual tenía un albun repleto de fotos suyas en distintas etapas de su vida. Al lado había un papel en donde debía anotar el año y mes al que desearía ir si tuviese que retroceder en el tiempo. Empezó a temblar de los nervios mientras su piel se bañaba en sudor. Veía que aquellas fotos que le eran tan importantes y tantos recuerdos le provocaban ahora estaban en manos de cualquier desconocido. Tampoco sabia como las descubrieron. A los únicos que se las había mostrado eran sus familiares y amigos mas cercanos. Muchos de los cuales actualmente estaban muertos. Al abrir los cajones de su armario se encontró con que las fotos estaban intactas. Lo que lo llenó aún mas de misterio. Y en cuanto a esa pregunta sobre el viaje en el tiempo pensó que era una broma o que el que la hizo tenía alguna enfermedad mental. En realidad todo esto ya lo asustaba. Tenía miedo que lo buscaran para secuesrtarlo o algo por el estilo.
Durante los días posteriores esa carta quedó allí en la mesa. No quería tocarla pretendiendo olvidarla y así calmar sus nervios. Por lo que se dedicó a hacer su vida normal como si nada hubiese ocurrido.
Hasta que ya mas tranquilo hubo una tarde en la que un poco por curiosidad y otro tanto para hacer que desaparezca agarró esa hoja anotando que le gustaría regresar al mes de Octubre de 1947, cuando solo tenía veinte años.
Despues hubo una noche en la que se encontró con otro sobre. Al abrirlo vió un folleto de carton blanco. All aparecía un título que decía " Espíritus guardianes " junto a un texto que explicaba que ese nombre se debe a un conjunto de fuerzas sobrenaturales invisibles al ojo humano y ubicadas a miles de kilómetros de la superficie terrestre. Las cuales se dedican a espiar a cada una de las personas a lo largo de toda su vida almacenando en distintos archivos detalles como su nombre y apellido, los aspectos físicos y los cambios que van produciendo, los lugares que habita, la gente con la que se junta.
Mas abajo decían que desde hacía mas de treinta años cada cinco realizan un concurso de sabiduría eligiendo personas al azar en distintas partes del mundo hasta llegar a doscientas. A quienes les envían varios cuestionarios para que respondan y vayan eliminándose de a poco. Tambien le hacían saber que solo cinco son los que acceden al premio máximo. El cual consiste en un viaje hacia el pasado durante un mes.
Despues unas letras grandes y en rojo advertían que a todo aquel que usara algun libro o manual como ayuda se lo descalificaba automáticamente.
Y ya en la parte final había una dedicatoria que decía " Señor José. Vemos que es una poersona muy inteligente, puesto que ha terminado en el cuarto lugar de esta competencia. Una vez que coloque este papel dentro de su correspondiente sobre se iniciará su aventura. Muchas felicitaciones y le deseamos la mejor de las suertes."
Cuando José terminó de leer ese folleto probó guardarlo en su lugar tal como le indicaban. Al instante le vino un cosquilleo por todo el cuerpo a la vez que en sus brazos percibía una fuerza que lo empujaba hacia arriba. Tambien descubrió que no sentía el tacto. Un rato despues su cuerpo comenzó a ascender en diagonal sin que pudiera hacer nada para impedirlo. Cuando alcanzó la parte superior de la persiana, la cual se hallaba cerrada, se produjo un episodio inédito. Este no impactó contra la madera, sino que la traspasó y salió al exterior. Como si fuese un fantasma. Siguió subiendo pero con la diferencia de que ahora lo hacía en linea recta. Una vez que la Tierra aparecía como un enorme globo azul que brillaba a lo lejos detuvo la marcha. Empezó a girar varias veces sobre si mismo para luego iniciar su regreso.
Al volver aterrizó en una habitacion que contaba con piso de madera opaca, muebles viejos y una lampara estilo araña que colgaba del techo. Estaba bastante mareado. No tenía idea donde se hallaba o la manera en que llegó. Pero por otra parte le resultaba conocido ese lugar. Como si hubiera estado en alguna otra época aunque no se acordaba cuando. El sueño lo fué invadiendo y sin darse cuenta se desplomó sobre una de las dos camas que había.
Cuando de levantó, luego de varias horas, caminó a un baño que había cruzando un pasillo. Al mirarse en el espejo comprobó que su rostro no era aquel que veía todos los días cuando se afeitaba o lavaba su dentadura postiza, sino que tenía un cabello ondulado color negro, una barba prolijamente cortada y su boca contaba con dientes perfectos. Miro sus brazos y descubrió que las arrugas, lunares o venas sobresalidas fueron reemplazados por una piel lisa recubierta de un fino pelaje. Se quedó pensando un largo rato. Llegó a la conclusion de que aquella era la casa que vivió en su juventud. Y esas dos camas eran la de él y su hermano menor. Cuando fué a la cocina vió que sus padres que habian fallecido hace varias décadas ahora tomaban mate tranquilamente en una mesa. Al tomar un diario se enteró que empezaba Octubre de 1947. Caminó hacia un mueble y observó que allí había varias revistas de historietas junto a una coleccion de discos de Gardel. Mas tarde llegó su hermano, quien luego de sacarse el guardapolvo lo invitó a jugar a la vereda con una pelota hecha de trapo y papel. Una vez que se hizo de noche todos los integrantes de esa familia se reunieron para cenar.
Así fué como se le pasaron las vacaciones a Jose, quien durante ese tiempo pudo revivir momentos de su juventud que solo veia a traves de recuerdos. Como las intreminables charlas que tenía con sus amigos en el bar que quedaba a dos cuadras, las veces que con estos iba a pasar el día a la Costanera, las noches que salía con su novia al cine o los Domingos que tomaba el tranvía con destino a la cancha de Boca.
El último día de Octubre, mientras estaba en la terraza, sintió en sus brazos esa misma fuerza ascendente que tuvo hace un mes. Mas tarde tambien se elevó y giró sobre si mismo.
Al bajar vió qu8e se hallaba otra vez en su departamento de Chacarita. Cuando se miró al espejo noto que tenía otra vez el cuerpo de un anciano. Prendió el televisor y supo que había vuelto al año 2000. Le llamó la atencion que estaba otra vez en la fecha anterior a su partida. Como si el tiempo que duraron sus vacaciones no hubiese existido. Fué al living y encontró que allí no ae hallaba la misma carta de antes, sino que había otra. Al abrirla vió que decia " Ojalá en este viaje le haya ido lo mejor posible. Reencontrándose con amigos y familiares y reviviendo agradables momentos. Para ello hemos mezclado la experiencia, conocimientos y sabiduría que posee usted en la actualidad con esa frescura y juventud que poseia a los veinte años logrando que quede todo unido en una sola persona. Una vez finalizado el paseo, para evitar causarle problemas en el presente o alterar su pasado nos encargamos de separar nuevamente a ambos cuerpos haciendolos retroceder un mes en el tiempo a cada uno. Solo que al de 1947 tambien lo dotamos de un poder especial que le quita la memoria de todo lo ocurrido en esos treinta días. Por otra parte queremos pedirle disculpas por los inconvenientes que tal vez le hayamos ocasionado. Sepa que jamás volverá a recibir este tipo de correspondencias. Lo saludamos muy atentamente y le agradecemos por haber confiado en nosotros. No se olvide que nunca dejaremos de acompañarlo. Hasta siempre." Y mas abajo se leía la frase " Espíritus guardianes "
Luego José descubrió que dentro de ese sobre tambien había una medalla. Allí se repetía el nombre de Espíritus guardianes junto a una pequeña fiogura que simbolizaba el universo y a unas pocas palabras que decian " Recuerdo para José. Gracias por haber participado. Año 2000 " Apenas el dueño de ese departamento agarró esa medalla la hoja que acabó de leer se guardó automaticamente dentro del sobre. El cual se iluminó de azul y desapareció al instante.
Mas tarde José como forma de recuerdo guardó esa medalla en una pequeña caja y las dejó en su mesita de luz.

viernes, 22 de agosto de 2008

El camino que elegiste.

Avanzas por aquel camino mirando a la gente que marcha a tu alrededor. Las mariposas juegan bajo el límpido cielo azul. Sobre las ramas de los árboles que crecen a ambos costados cantan decenas de palomas.
Al rato lo cruzan numerosas calles repletas de personas. La mayoría ingresa en ellas y se une a esos individuos. Vos en cambio seguís.
Se te acerca una mujer joven y comienza a hablarte amablemente. Luego te propone tomar por uno de esos atajos. Le decis que no y se aleja hasta que la perdes de vista.
Después unos muchachos te piden un cigarrillo, se ponen a conversar con vos y te invitan a tomar cerveza a un bar ubicado en una de esas calles. Como no aceptás se van solos.
Mas tarde ese camino se transforma en un pasillo con techo, luz eléctrica y piso alfombrado. El cual cuenta con numerosas puertas en sus paredes que te muestran distintos paisajes. En uno aparece un grupo de pescadores hablando en la orilla de un río. En otro unos fabricantes de ropa ofrecen sus productos en una exposición. Mas allá hay varios futbolistas entrenando en un estadio. Por ahí ingresan las pocas personas que quedaban. Vos no. No sabes por que razón no te animas a ir a ningun sitio ni unirte a nadie. Ahora estás solo.
Al rato ves como estas puertas son reemplazadas por ventanas.
Mas adelante descubrís que tampoco hay mas ventanas, que te hallas aislado en ese lugar.
En el techo se empiezan a formar telaarañas. La alfombra que cubría el piso desapareció. Las luces se vuelven cada vez mas escasas al tiempo que las paredes se van descascarando y llenando de hongos. Continuás la marcha.
De pronto desaparecen las pocas lámparas que había haciendo que la oscuridad fuera total. Sin embargo no te detenés.
Das unos pasos y una gota te cae en la cabeza. Sacas la linterna de tu mochila, la encendés y ves que ese pasilo se encuentra en un estado muy diferente al anterior. De las grietas que presenta el techo caen gotas de agua color marrón, como si vendrían de alguna cloaca cercana. Las paredes están tan destruidas que se observa el ladrillo. En el suelo las culebras y cucarachas van y vienen por todas partes.
A medida que avanzás notás como esas gotas caen cada vez con mayor intensidad llegando a formar charcos que irradian un olor nauseabundo. A los insectos que había se les sumaron las ratas y murciélagos.
Observas un resplandor. Ves que el ambiente está mas claro y caluroso. Guardás la linterna y te sacás el abrigo que llevabas puesto. A esta altura las gotas que caían se convirtieron en pequeños chorros y los charcos en un zanjón.
Mas adelante todo continúa empeorando. Al piso se le agregaron montañas de escombros. Las paredes están repletas de babosas. El techo cuenta con enormes agujeros que no te muestran mas que una intensa oscuridad. Como si habría otro ambiente igual de sombrío allí arriba.
Al rato ves que la luz se torna roja. El calor es infernal. Te quitás el resto de la ropa quedándote solamente en zapatillas y calzoncillos. Lo que no impide que tu cuerpo siga bañado en sudor. Del techo se desprenden gruesos cascotes, muchos de los cuales te golpean en la cabeza. La cantidad de insectos se multiplica a la vez que el agua se va acumulando entre los escombros llegándote casi a las rodillas. Pensas en retroceder y volver a ese lugar lleno de gente que estabas al comienzo pero ves que ya no podés. Atrás quedó todo inundado. Acelerás el paso.
Lego ese pasillo te lleva a una amplia galería. La cual se halla perfectamente seca e iluminada gracias a varias fogatas ubicadas en sus costados. El aire empieza a escasear. La sed invade tu garganta. Miras para todos lados y no encontras ninguna puerta. Lo que te hace suponer que no hay salida, que todo termina allí.
De pronto se mueve un bloque de cemento cubriendo la entrada por donde viniste sin que puedas hacer nada para impedirlo. Te das cuenta que quedaste encerrado. Pensas en todo lo que debiste atravesar para llegar a ese sitio. Te arrepentís de haber realizado ese estúpido recorrido, de no irte cuando veías que te quedabas solo. Te lamentás por no haber acompañado a esa mujer que te habló al principio o a esos chicos que te invitaron a tomar cerveza. Ahora ves que ya es tarde. Que no podés escapar y, seguramente, terminaras muriendo allí. Sentís una enorme inquietud al no saber los motivos por los que elegiste seguir todo el tiempo por ese camino. Es como que siempre preferiste estar dentro de él y aislarte de lo que ocurría afuera. Nunca te interesó ir a ningún lado ni unirte a las demás personas.
Al mirar nuevamente a los costados observás cosas horribles, como calaveras, cadáveres de animales llenos de gusanos. Bajás la vista. Descubrís que estas parado al lado de un enorme charco de sangre, lo que te provoca náuseas. Justo en el centro alcanzás a ver un agujero del tamaño de un ascensor. Corrés hacia él.
Cuando llegás se desvanecen todas tus ilusiones al comprobar que ese orificio no es mas que la boca de un conducto que desemboca en un inmenso río de lava ubicado unos metros mas abajo. Escuchás una risa. Mirás para arriba y ves que cerca del techo aparece colgado un cráneo. El cual cuenta con una larga cabellera gris y de su boca se desprenden varios tentáculos que empiezan a perseguirte. Intentas esquivarlos.
Al rato uno te atrapa, te lleva al interior de ese agujero y te arroja en el río de lava.

lunes, 18 de agosto de 2008

Por su propio peso

Elena era exageradamente gorda. Pesaba tanto como la vejez, como el algarrobo, como cien toallas empapadas en agua. Dormía llenando el ancho de la cama, y sus sueños, de tan grandes, eran ilusiones. Dos ojos redondos como ciruelas se perdían entre el pequeño espacio que quedaba disponible entre sus abultadas mejillas y la inmensidad de su frente. Al compás de su agigantada cadera, sus piernas rollizas se arrastraban con incomodidad, por una ciudad apenas amanecida. Su vestido floreado parecía un mantel de pic nic de primavera, y el lazo que pretendía ceñirse en la mitad de su figura sólo lograba acentuar su aspecto de mamushka rusa o de escultura de Botero. Cuando sonreía ante los ojos críticos del mundo, contrayendo los mofletes y mostrando los dientes, parecía un bulldog de exposición.

Elena caminó por Rivadavia, ondulando el aire y arremolinando las copas de los árboles a cada paso. Como todos los sábados, se sentó en la mesa del fondo de aquel bar, y en susurros, como avergonzada, le pidió al mozo un cortado y una porción de selva negra. La devoró en cinco bocados, y con el café ayudó a empujar la crema empalagosa que se había atorado en su garganta. Percibió la censura en la mirada del resto de los comensales, que sin disimulo contemplaban su rollizo abdomen y su descomunal trasero. Ella sabía que era gorda, enorme. Se dio cuenta el día en que vio las fotos de su cumpleaños número cuarenta. Había una en la que abrazaba a su esposo, y que le llamó la atención porque en lugar de un gesto de ternura parecía un intento de asfixia. Estrechaba el cuerpo de su marido al igual que un pulpo con cientos de tentáculos, entre los que asomaba la figura escuálida y desgarbada de Héctor. Junto a la delgadez de él, la gordura de Elena sobresalía notoriamente, y eso era lo único que la perturbaba hasta el desvelo. En el fondo de sus grandes entrañas, temía ser abandonada, que su marido se fuera con alguien a quien pudiera alzar o con quien pudiera dormir sin miedo a ser aplastado. En dos oportunidad es había intentado camuflar su obesidad. La primera, cuando probó disminuir su inflamada barriga conteniendo la respiración, pero tuvo que suspender el método al descubrir que le era imposible hablar sin expulsar el aire contenido. La segunda, cuando pensó que un cabello largo podría disimular su cuerpo y se colocó extensiones hasta parecerse a Rapunzel. Esta vez creyó tener el remedio indicado para combatir su gordura. Pagó la cuenta y salió del bar con una sola idea en su mente: continuar la tarea que había comenzado esa madrugada. Entró al almacén contiguo y compró los alimentos más calóricos que se exhibían en las góndolas. Llegó a su casa y luego de saludar a su marido con el brazo en alto, como quien avisa que se ahoga en medio de la corriente, se dispuso a hornear pan casero, y a freír milanesas. En una sartén aparte colocó una mezcla de harina y leche, y revoleó con maña los panqueques que luego untó con una exagerada capa de crema y espolvoreó con almendras. Cuando el menú, digno de asquear a cualquier mortal, estuvo listo, colocó la comida en una bandeja gigantesca y la sostuvo con firmeza en su trayecto hacia el comedor. Al llegar al centro del living se detuvo y se agachó para apoyarla sobre la alfombra, junto a la silla que ocupaba Héctor. No creyó conveniente desatarle las manos que con esmero había anudado por la espalda esa mañana, pero de un solo movimiento le arrancó el pañuelo con que lo había amordazado. Cortó la comida en pedazos, y pinchó una porción de carne y algunas papas fritas. Llevó el tenedor hasta la boca de su marido, y con una sonrisa digna de la Mona Lisa y su inmenso cuerpo hinchado de alegría, lo obligó a comer.

V.M.