sábado, 8 de noviembre de 2008

Buenos Aires 2020

Transcurría el año 2020. La mayoría de la gente de clase media vivía en Capital. El norte y oeste del Conurbano eran zonas exclusivas de quintas y barrios privados. Varios kilómetros al sur del Riachuelo se extendía una enorme villa de emergencia. La cual estaba rodeada de gruesos muros de cemento terminados en alambres de púa electrificados para impedir que alguien se escapara. También era vigilada por cientos de militares armados.
En los dos primeros sectores la gente leía las noticias solo a traves de Internet. No había diarios ni revistas debido a que los bosques corrían peligro de extinción y por lo tanto estaba prohibido el uso de la madera. Razón por la cual los muebles eran de plástico y los asados se hacían colocando el menú sobre una hornalla a gas ubicada en el interior de cada parrilla. Los chicos no iban a la escuela, sino que los maestros y profesores eran pagados por sus padres para que fueran a enseñarles a sus casas. Tampoco había cines ni teatros. El fútbol y los recitales de música se hacían a puertas cerradas. La gran atracción eran los Entreteniment Watch, especies de ciber despsrramados por todos los barrios en donde uno abonaba y se sentaba frente a una pantalla. Allí luego de ponerse un audífono y anteojos tridimensionales podía mirar en directo el partido que prefiera, algún recital o película que recien se haya estrenado.
En cambio los habitantes del último sector, que eran la mayoría, vivían hacinados en casillas de chapa y lona. No tenían luz, gas ni teléfono. El agua corriente era escasa. Tampoco había hospitales ni centros de salud. Las enfermedades causaban decenas de muertes por día.
Horacio miraba la tele en el living de su casa. Escuchó ruidos en la cocina. Fué a ver y no encontró nada extraño. Cuando abrió la alacena se le abalanzaron unos insectos parecidos a las cucarachas pero mucho mas grandes. Los cuales estaban recubiertos de un grueso pelaje marrón y tenían una larga cola. Empezaron a caminarle por todas partes sin que los pueda espantar. Luego le clavaron un aguijón que poseían entre sus patas delanteras hasta dejarlo sin vida.
Carlos manejaba su camión mientras escuchaba música. Repartía carne para una importante cadena de supermercados. De pronto fué atacado por unas criaturas similares a las anteriores que le hicieron perder el control del vehículo.
Ana atendía un almacen. Cuando se fijó en una pantalla lo que había en las heladeras vió que en una los quesos estaban mordidos, había pedazos de fiambre desparramados por todos lados. como si algún roedor los hubiese atacado. Al abrirla comprobó que esa imagen era cierta. Bajó la vista y se encontró con una enorme cantidad de esos insectos. Estos la picaron por todo el cuerpo provocándole la muerte inmediata.
En todos los casos los familiares de las víctimas no sabían que hacer ni donde ir. Solo se limitaban a llorar por sus seres queridos y cuidar la higiene en sus hogares.
Semanas después un grupo de empleados del Gobierno realizaban una limpieza en los bosques de Palermo. Debían terminar antes del mediodía como era habitual. Momento en el que activaban las cámaras de seguridad y abrian el enrejado que lo rodeaba para permitir el acceso al público. Sin embargo esto no ocurrió. En un zanjón hallaron unos huevos grises del tamaño de una manzana. Luego fueron atacados por varias de esas criaturas. La mayoría logró huir. Otros tantos no corrieron igual suerte.
A la mañana siguiente fueron algunos de esos empleados acompañados por personal de seguridad. Al ver que se acercaban y no dejaban de multiplicarse los miembros de este último grupo decidieron abrir fuego. Lo que hizo que algunas escaparan y otras fallecieran al instante. Pero que una gran mayoría se abalanzara sobre las personas que allí estaban provocándoles heridas importantes e incluso la muerte. Finalmente atraparon a una y la llevaron a analizar.
Luego de varios días y en vivo para las principales cadenas de radio y televisión el Ministro de salud explicó que esos animales nacieron en las orillas del Riachuelo y lentamente fueron expandiéndose hacia otras zonas. Tambien dijo que son omnívoros, tienen rápida reproducción y descienden de las ratas, cucarachas y otras especies de insectos. Pero mayor preocupación causó al comentar que se desconocen los motivos por los que se originaron y son resistentes a los venenos tradicionales. Que la única solución es evacuar la ciudad para después dinamitarla.
A partir de ese instante la gente no hablaba de otra cosa que no tuviese relación con ese tema. Desde los medios aconsejaban abandonar Buenos Aires. Los accesos se llenaban de coches a la vez que las empresas de transporte no daban abasto con los pedidos. En internet se multiplicaban los avisos referidos a negocios inmobiliarios.
Tambien había enfrentamientos entre la policía y grupos de derechos humanos, organizaciones de izquierda. Estos pedían que el Gobierno construya viviendas populares en otras zonas, ponga micros gratuitos para hacer mas fácil la evacuación, ayude a irse a los que menos tienen. Pero desde el poder, con el argumento de que las protestas estaban prohibidas, solo se limitaban a reprimir con balas de plomo y unos rayos verdes que mataba instantáneamente a todo aquel que lo alcanzara.
Mientras tanto esas criaturas seguían causando desastres. Hubo una tarde en la que se abalanzaron sobre las personas que estaban en los juegos mecánicos ubicados en un sector del Parque Centenario. Otra mañana el Mercado Central amaneció plagado de esos insectos, lo que llevó a las autoridades a dinamitarlo. La linea A de subte, a raiz de los numerosos ataques producidos en la estación General Paz, dejó de funcionar. Algo parecido ocurrió con el club privado que ocupaba el predio donde antiguamente se hallaba la Reserva Ecológica, al cual por seguridad se lo prendió fuego y se construyó un muro sobre la avenida Costanera para evitar que alguien ingrese.
Una vez que ya no quedaba mas nadie toda la ciudad fué bombardeada. Incluso la villa de emergencia, cuyos habitantes, al no tener ayuda del Gobierno ni forma de irse se tuvieron que quedar. Semanas después todo era diferente. Lo que antes había sido Buenos Aires ahora era un enorme manto de cenizas y escombros. La nueva Capital pasó a ser Córdoba.
Esto trajo algo de alivio al Gobierno. Sobre todo porque ya no debía cargar con los millones de individuos que poseía esa villa y en el pais se redujo el número de pobres.

viernes, 17 de octubre de 2008

El hombre de la carpa.

En aquella plaza unos niños jugaban a la pelota. Al rato se les fué a una carpa ubicada a pocos metros. Vieron que se las devolvió un hombre canoso al que le faltaban todos los dientes, tenía una larga barba y vestía un saco marrón repleto de agujeros. Se asustaron y huyeron.
Una mañana pasó una señora por ese lugar. Se encontró con que este dormía sobre el pasto a pesar del intenso frío que hacía. Tambien vió que sus pies descalzos llenos de ampollas terminaban en largas uñas negras. Sintió asco y caminó hacia la vereda de enfrente.
Al volver de cenar tres abuelos se cruzaron con esa persona, quien quemaba unas ramas y apenas los vió les empezó a hablar. Sin embargo optaron por no llevarle el apunte y siguieron su marcha.
Con el correr de los días los vecinos de ese barrio se fueron acostumbrando a la presencia de aquel hombre. Lo hallaban hablando solo, emborrachándose, buscando comida entre la basura. Muchos le llevaban ropas viejas o sobras de alimentos. Pero a nadie le interesaba conversar con él o darle algún trabajo.
Una vez que murió vieron que dentro de su carpa había una importante cantidad de cuadros y láminas. También encontraron fotos en donde, mas joven, aparecía exponiendo esas mismas pinturas en diferentes galerías de arte. Pero mas sorprendidos se quedaron cuando descubrieron acuarelas secas, pinceles manchados, y una hoja con una frase que decía " En el cielo ya no me aceptan. Ahora cobran entrada y solo buscan caras lindas con exelentes trajes"

viernes, 12 de septiembre de 2008

Las cartas de José.

José vivía en un departamento ubicado en Chacarita.
Una noche, al volver del kiosco donde trabajaba, vió que en la mesa de su comedor había un sobre. Le pareció raro. Era el único que habitaba en ese lugar y no recordaba haber recibido ninguna carta. Cuando lo abrió descubrió que no tenía remitente ni dirección. Solo contaba con cinco hojas. Agarró una y vió que a modo de concurso aparecía una serie de veinte preguntas que debía responder sobre diferentes acontecimientos políticos que se produjeron a lo largo de la historia contemporánea. Al tomar otra se encontró con un cuestionario similar al anterior pero relacionado con el deporte. Mientras que en las tres restantes le preguntaban cosas que tenían que ver con la ciencia, la música y la literatura.
Se quedó asombrado con esto. No tenía idea sobre su significado, quienes o por que lo hicieron.
A la mañana siguiente cuando se levantó se llevó otra sorpresa al ver que esas hojas no se hallaban desparramadas por la mesa tal como las había dejado. Sino que estaban prolijamente guardadas dentro del sobre. Como si alguien las hubiese ordenado. Para no preocuparse decidió ignorar aquello y salir hacia su trabajo. Ademas si bien no era normal tampoco lo afectaba demasiado. Nunca le faltó nada, nadie intentó matarlo.
Cuando volvió se encontró con que la carta seguía igual que antes.
Durante el otro día tampoco se produjo nada extraño. Hasta que al siguiente hubo un momento en el que intentó llevarla a lo de un amigo. Apenas fué a atravesar la puerta de salida de repente se recubrió con una luz azul para desaparecer de su mano y reaparecer donde se hallaba antes. Probo varias veces mas pero le volvía a ocurrir lo mismo. Lo que lo obligó a cambiar de idea optando por invitar a su amigo a su casa para que la viera. Sin embargo esto tampoco pudo hacerlo. Apenas llegó ese sobre nuevamente desapareció luego de haberse iluminado de azul. Recien se hizo visible cuando el dueño de ese departamento se volvió a quedar solo.
Los demas dias pasaron con total normalidad siempre y cuando ese sobre estuviese de manera ordenada y no fueran visitas. De lo contrario volvía a suceder lo mismo. Eso empezaba a inquietarlo a José. Nunca había visto algo igual. Tambien le resultaba extraño el hecho de que nadie mas parecía haber recibido algo similar. A todas las personas que le decía pensaban que bromeaba o se había vuelto loco.
Semanas despues, al no producirse ningun episodio que le diera esa magia, aquel sobre seguía siempre de la misma manera. Tanto que José le prestaba cada vez menos atención llegándolo a observar como un objeto mas. Tal como ocurría con el florero o con una jarra de bronce que había en un armario. Un Domingo por la tarde daba vueltas por el living sin saber lo que hacer. A modo de entretenimiento y sumado a los conocimientos que tenía desde los años que había sido profesor de historia se dedicó a contestar las preguntas que allí aparecían. Cuando terminó vió que las hojas se guardaban solas para luego el sobre entero teñirse de azul y desaparecer.
Durante los dias posteriores el hombre de Chacarita no recibió ninguna otra carta de ese estilo. Por su mente ahora giraban varios pensamientos acerca de como obtuvieron sus datos o lo que significaba esa magia que lo envolvía. Tampoco entendía los motivos por los que desaparecía cuando tenía visitas o pretendía llevarla al exterior.
Otra noche se encontró con un sobre similar. El cual albergaba una sola hoja con sesenta preguntas. Probó sacarlo a la calle pero tampoco podía. Al terminar de completarlo reaccionó igual que el anterior.
Despues de varios días le llegó otro. Este contaba con treinta preguntas que ni bien las contestó tambien actuó del mismo modo.
Semanas mas tarde el dueño de ese departamento recibió una caja de cartón. La cual tenía un albun repleto de fotos suyas en distintas etapas de su vida. Al lado había un papel en donde debía anotar el año y mes al que desearía ir si tuviese que retroceder en el tiempo. Empezó a temblar de los nervios mientras su piel se bañaba en sudor. Veía que aquellas fotos que le eran tan importantes y tantos recuerdos le provocaban ahora estaban en manos de cualquier desconocido. Tampoco sabia como las descubrieron. A los únicos que se las había mostrado eran sus familiares y amigos mas cercanos. Muchos de los cuales actualmente estaban muertos. Al abrir los cajones de su armario se encontró con que las fotos estaban intactas. Lo que lo llenó aún mas de misterio. Y en cuanto a esa pregunta sobre el viaje en el tiempo pensó que era una broma o que el que la hizo tenía alguna enfermedad mental. En realidad todo esto ya lo asustaba. Tenía miedo que lo buscaran para secuesrtarlo o algo por el estilo.
Durante los días posteriores esa carta quedó allí en la mesa. No quería tocarla pretendiendo olvidarla y así calmar sus nervios. Por lo que se dedicó a hacer su vida normal como si nada hubiese ocurrido.
Hasta que ya mas tranquilo hubo una tarde en la que un poco por curiosidad y otro tanto para hacer que desaparezca agarró esa hoja anotando que le gustaría regresar al mes de Octubre de 1947, cuando solo tenía veinte años.
Despues hubo una noche en la que se encontró con otro sobre. Al abrirlo vió un folleto de carton blanco. All aparecía un título que decía " Espíritus guardianes " junto a un texto que explicaba que ese nombre se debe a un conjunto de fuerzas sobrenaturales invisibles al ojo humano y ubicadas a miles de kilómetros de la superficie terrestre. Las cuales se dedican a espiar a cada una de las personas a lo largo de toda su vida almacenando en distintos archivos detalles como su nombre y apellido, los aspectos físicos y los cambios que van produciendo, los lugares que habita, la gente con la que se junta.
Mas abajo decían que desde hacía mas de treinta años cada cinco realizan un concurso de sabiduría eligiendo personas al azar en distintas partes del mundo hasta llegar a doscientas. A quienes les envían varios cuestionarios para que respondan y vayan eliminándose de a poco. Tambien le hacían saber que solo cinco son los que acceden al premio máximo. El cual consiste en un viaje hacia el pasado durante un mes.
Despues unas letras grandes y en rojo advertían que a todo aquel que usara algun libro o manual como ayuda se lo descalificaba automáticamente.
Y ya en la parte final había una dedicatoria que decía " Señor José. Vemos que es una poersona muy inteligente, puesto que ha terminado en el cuarto lugar de esta competencia. Una vez que coloque este papel dentro de su correspondiente sobre se iniciará su aventura. Muchas felicitaciones y le deseamos la mejor de las suertes."
Cuando José terminó de leer ese folleto probó guardarlo en su lugar tal como le indicaban. Al instante le vino un cosquilleo por todo el cuerpo a la vez que en sus brazos percibía una fuerza que lo empujaba hacia arriba. Tambien descubrió que no sentía el tacto. Un rato despues su cuerpo comenzó a ascender en diagonal sin que pudiera hacer nada para impedirlo. Cuando alcanzó la parte superior de la persiana, la cual se hallaba cerrada, se produjo un episodio inédito. Este no impactó contra la madera, sino que la traspasó y salió al exterior. Como si fuese un fantasma. Siguió subiendo pero con la diferencia de que ahora lo hacía en linea recta. Una vez que la Tierra aparecía como un enorme globo azul que brillaba a lo lejos detuvo la marcha. Empezó a girar varias veces sobre si mismo para luego iniciar su regreso.
Al volver aterrizó en una habitacion que contaba con piso de madera opaca, muebles viejos y una lampara estilo araña que colgaba del techo. Estaba bastante mareado. No tenía idea donde se hallaba o la manera en que llegó. Pero por otra parte le resultaba conocido ese lugar. Como si hubiera estado en alguna otra época aunque no se acordaba cuando. El sueño lo fué invadiendo y sin darse cuenta se desplomó sobre una de las dos camas que había.
Cuando de levantó, luego de varias horas, caminó a un baño que había cruzando un pasillo. Al mirarse en el espejo comprobó que su rostro no era aquel que veía todos los días cuando se afeitaba o lavaba su dentadura postiza, sino que tenía un cabello ondulado color negro, una barba prolijamente cortada y su boca contaba con dientes perfectos. Miro sus brazos y descubrió que las arrugas, lunares o venas sobresalidas fueron reemplazados por una piel lisa recubierta de un fino pelaje. Se quedó pensando un largo rato. Llegó a la conclusion de que aquella era la casa que vivió en su juventud. Y esas dos camas eran la de él y su hermano menor. Cuando fué a la cocina vió que sus padres que habian fallecido hace varias décadas ahora tomaban mate tranquilamente en una mesa. Al tomar un diario se enteró que empezaba Octubre de 1947. Caminó hacia un mueble y observó que allí había varias revistas de historietas junto a una coleccion de discos de Gardel. Mas tarde llegó su hermano, quien luego de sacarse el guardapolvo lo invitó a jugar a la vereda con una pelota hecha de trapo y papel. Una vez que se hizo de noche todos los integrantes de esa familia se reunieron para cenar.
Así fué como se le pasaron las vacaciones a Jose, quien durante ese tiempo pudo revivir momentos de su juventud que solo veia a traves de recuerdos. Como las intreminables charlas que tenía con sus amigos en el bar que quedaba a dos cuadras, las veces que con estos iba a pasar el día a la Costanera, las noches que salía con su novia al cine o los Domingos que tomaba el tranvía con destino a la cancha de Boca.
El último día de Octubre, mientras estaba en la terraza, sintió en sus brazos esa misma fuerza ascendente que tuvo hace un mes. Mas tarde tambien se elevó y giró sobre si mismo.
Al bajar vió qu8e se hallaba otra vez en su departamento de Chacarita. Cuando se miró al espejo noto que tenía otra vez el cuerpo de un anciano. Prendió el televisor y supo que había vuelto al año 2000. Le llamó la atencion que estaba otra vez en la fecha anterior a su partida. Como si el tiempo que duraron sus vacaciones no hubiese existido. Fué al living y encontró que allí no ae hallaba la misma carta de antes, sino que había otra. Al abrirla vió que decia " Ojalá en este viaje le haya ido lo mejor posible. Reencontrándose con amigos y familiares y reviviendo agradables momentos. Para ello hemos mezclado la experiencia, conocimientos y sabiduría que posee usted en la actualidad con esa frescura y juventud que poseia a los veinte años logrando que quede todo unido en una sola persona. Una vez finalizado el paseo, para evitar causarle problemas en el presente o alterar su pasado nos encargamos de separar nuevamente a ambos cuerpos haciendolos retroceder un mes en el tiempo a cada uno. Solo que al de 1947 tambien lo dotamos de un poder especial que le quita la memoria de todo lo ocurrido en esos treinta días. Por otra parte queremos pedirle disculpas por los inconvenientes que tal vez le hayamos ocasionado. Sepa que jamás volverá a recibir este tipo de correspondencias. Lo saludamos muy atentamente y le agradecemos por haber confiado en nosotros. No se olvide que nunca dejaremos de acompañarlo. Hasta siempre." Y mas abajo se leía la frase " Espíritus guardianes "
Luego José descubrió que dentro de ese sobre tambien había una medalla. Allí se repetía el nombre de Espíritus guardianes junto a una pequeña fiogura que simbolizaba el universo y a unas pocas palabras que decian " Recuerdo para José. Gracias por haber participado. Año 2000 " Apenas el dueño de ese departamento agarró esa medalla la hoja que acabó de leer se guardó automaticamente dentro del sobre. El cual se iluminó de azul y desapareció al instante.
Mas tarde José como forma de recuerdo guardó esa medalla en una pequeña caja y las dejó en su mesita de luz.

viernes, 22 de agosto de 2008

El camino que elegiste.

Avanzas por aquel camino mirando a la gente que marcha a tu alrededor. Las mariposas juegan bajo el límpido cielo azul. Sobre las ramas de los árboles que crecen a ambos costados cantan decenas de palomas.
Al rato lo cruzan numerosas calles repletas de personas. La mayoría ingresa en ellas y se une a esos individuos. Vos en cambio seguís.
Se te acerca una mujer joven y comienza a hablarte amablemente. Luego te propone tomar por uno de esos atajos. Le decis que no y se aleja hasta que la perdes de vista.
Después unos muchachos te piden un cigarrillo, se ponen a conversar con vos y te invitan a tomar cerveza a un bar ubicado en una de esas calles. Como no aceptás se van solos.
Mas tarde ese camino se transforma en un pasillo con techo, luz eléctrica y piso alfombrado. El cual cuenta con numerosas puertas en sus paredes que te muestran distintos paisajes. En uno aparece un grupo de pescadores hablando en la orilla de un río. En otro unos fabricantes de ropa ofrecen sus productos en una exposición. Mas allá hay varios futbolistas entrenando en un estadio. Por ahí ingresan las pocas personas que quedaban. Vos no. No sabes por que razón no te animas a ir a ningun sitio ni unirte a nadie. Ahora estás solo.
Al rato ves como estas puertas son reemplazadas por ventanas.
Mas adelante descubrís que tampoco hay mas ventanas, que te hallas aislado en ese lugar.
En el techo se empiezan a formar telaarañas. La alfombra que cubría el piso desapareció. Las luces se vuelven cada vez mas escasas al tiempo que las paredes se van descascarando y llenando de hongos. Continuás la marcha.
De pronto desaparecen las pocas lámparas que había haciendo que la oscuridad fuera total. Sin embargo no te detenés.
Das unos pasos y una gota te cae en la cabeza. Sacas la linterna de tu mochila, la encendés y ves que ese pasilo se encuentra en un estado muy diferente al anterior. De las grietas que presenta el techo caen gotas de agua color marrón, como si vendrían de alguna cloaca cercana. Las paredes están tan destruidas que se observa el ladrillo. En el suelo las culebras y cucarachas van y vienen por todas partes.
A medida que avanzás notás como esas gotas caen cada vez con mayor intensidad llegando a formar charcos que irradian un olor nauseabundo. A los insectos que había se les sumaron las ratas y murciélagos.
Observas un resplandor. Ves que el ambiente está mas claro y caluroso. Guardás la linterna y te sacás el abrigo que llevabas puesto. A esta altura las gotas que caían se convirtieron en pequeños chorros y los charcos en un zanjón.
Mas adelante todo continúa empeorando. Al piso se le agregaron montañas de escombros. Las paredes están repletas de babosas. El techo cuenta con enormes agujeros que no te muestran mas que una intensa oscuridad. Como si habría otro ambiente igual de sombrío allí arriba.
Al rato ves que la luz se torna roja. El calor es infernal. Te quitás el resto de la ropa quedándote solamente en zapatillas y calzoncillos. Lo que no impide que tu cuerpo siga bañado en sudor. Del techo se desprenden gruesos cascotes, muchos de los cuales te golpean en la cabeza. La cantidad de insectos se multiplica a la vez que el agua se va acumulando entre los escombros llegándote casi a las rodillas. Pensas en retroceder y volver a ese lugar lleno de gente que estabas al comienzo pero ves que ya no podés. Atrás quedó todo inundado. Acelerás el paso.
Lego ese pasillo te lleva a una amplia galería. La cual se halla perfectamente seca e iluminada gracias a varias fogatas ubicadas en sus costados. El aire empieza a escasear. La sed invade tu garganta. Miras para todos lados y no encontras ninguna puerta. Lo que te hace suponer que no hay salida, que todo termina allí.
De pronto se mueve un bloque de cemento cubriendo la entrada por donde viniste sin que puedas hacer nada para impedirlo. Te das cuenta que quedaste encerrado. Pensas en todo lo que debiste atravesar para llegar a ese sitio. Te arrepentís de haber realizado ese estúpido recorrido, de no irte cuando veías que te quedabas solo. Te lamentás por no haber acompañado a esa mujer que te habló al principio o a esos chicos que te invitaron a tomar cerveza. Ahora ves que ya es tarde. Que no podés escapar y, seguramente, terminaras muriendo allí. Sentís una enorme inquietud al no saber los motivos por los que elegiste seguir todo el tiempo por ese camino. Es como que siempre preferiste estar dentro de él y aislarte de lo que ocurría afuera. Nunca te interesó ir a ningún lado ni unirte a las demás personas.
Al mirar nuevamente a los costados observás cosas horribles, como calaveras, cadáveres de animales llenos de gusanos. Bajás la vista. Descubrís que estas parado al lado de un enorme charco de sangre, lo que te provoca náuseas. Justo en el centro alcanzás a ver un agujero del tamaño de un ascensor. Corrés hacia él.
Cuando llegás se desvanecen todas tus ilusiones al comprobar que ese orificio no es mas que la boca de un conducto que desemboca en un inmenso río de lava ubicado unos metros mas abajo. Escuchás una risa. Mirás para arriba y ves que cerca del techo aparece colgado un cráneo. El cual cuenta con una larga cabellera gris y de su boca se desprenden varios tentáculos que empiezan a perseguirte. Intentas esquivarlos.
Al rato uno te atrapa, te lleva al interior de ese agujero y te arroja en el río de lava.

lunes, 18 de agosto de 2008

Por su propio peso

Elena era exageradamente gorda. Pesaba tanto como la vejez, como el algarrobo, como cien toallas empapadas en agua. Dormía llenando el ancho de la cama, y sus sueños, de tan grandes, eran ilusiones. Dos ojos redondos como ciruelas se perdían entre el pequeño espacio que quedaba disponible entre sus abultadas mejillas y la inmensidad de su frente. Al compás de su agigantada cadera, sus piernas rollizas se arrastraban con incomodidad, por una ciudad apenas amanecida. Su vestido floreado parecía un mantel de pic nic de primavera, y el lazo que pretendía ceñirse en la mitad de su figura sólo lograba acentuar su aspecto de mamushka rusa o de escultura de Botero. Cuando sonreía ante los ojos críticos del mundo, contrayendo los mofletes y mostrando los dientes, parecía un bulldog de exposición.

Elena caminó por Rivadavia, ondulando el aire y arremolinando las copas de los árboles a cada paso. Como todos los sábados, se sentó en la mesa del fondo de aquel bar, y en susurros, como avergonzada, le pidió al mozo un cortado y una porción de selva negra. La devoró en cinco bocados, y con el café ayudó a empujar la crema empalagosa que se había atorado en su garganta. Percibió la censura en la mirada del resto de los comensales, que sin disimulo contemplaban su rollizo abdomen y su descomunal trasero. Ella sabía que era gorda, enorme. Se dio cuenta el día en que vio las fotos de su cumpleaños número cuarenta. Había una en la que abrazaba a su esposo, y que le llamó la atención porque en lugar de un gesto de ternura parecía un intento de asfixia. Estrechaba el cuerpo de su marido al igual que un pulpo con cientos de tentáculos, entre los que asomaba la figura escuálida y desgarbada de Héctor. Junto a la delgadez de él, la gordura de Elena sobresalía notoriamente, y eso era lo único que la perturbaba hasta el desvelo. En el fondo de sus grandes entrañas, temía ser abandonada, que su marido se fuera con alguien a quien pudiera alzar o con quien pudiera dormir sin miedo a ser aplastado. En dos oportunidad es había intentado camuflar su obesidad. La primera, cuando probó disminuir su inflamada barriga conteniendo la respiración, pero tuvo que suspender el método al descubrir que le era imposible hablar sin expulsar el aire contenido. La segunda, cuando pensó que un cabello largo podría disimular su cuerpo y se colocó extensiones hasta parecerse a Rapunzel. Esta vez creyó tener el remedio indicado para combatir su gordura. Pagó la cuenta y salió del bar con una sola idea en su mente: continuar la tarea que había comenzado esa madrugada. Entró al almacén contiguo y compró los alimentos más calóricos que se exhibían en las góndolas. Llegó a su casa y luego de saludar a su marido con el brazo en alto, como quien avisa que se ahoga en medio de la corriente, se dispuso a hornear pan casero, y a freír milanesas. En una sartén aparte colocó una mezcla de harina y leche, y revoleó con maña los panqueques que luego untó con una exagerada capa de crema y espolvoreó con almendras. Cuando el menú, digno de asquear a cualquier mortal, estuvo listo, colocó la comida en una bandeja gigantesca y la sostuvo con firmeza en su trayecto hacia el comedor. Al llegar al centro del living se detuvo y se agachó para apoyarla sobre la alfombra, junto a la silla que ocupaba Héctor. No creyó conveniente desatarle las manos que con esmero había anudado por la espalda esa mañana, pero de un solo movimiento le arrancó el pañuelo con que lo había amordazado. Cortó la comida en pedazos, y pinchó una porción de carne y algunas papas fritas. Llevó el tenedor hasta la boca de su marido, y con una sonrisa digna de la Mona Lisa y su inmenso cuerpo hinchado de alegría, lo obligó a comer.

V.M.

viernes, 15 de agosto de 2008

Al irse el sol.

El sol se ocultó en aquel atardecer. La luna era un enorme globo naranja. Hacía mucho calor. En elcielo no había estrellas, estaba todo oscuro. El suelo, que anteriormente albergaba pinos, álamos y rosales de todo tipo ahora era un manto de rocas rojas.
El muchacho caminaba por aquel sendero. Cada tanto se cruzaba con árboles muertos, esqueletos de animales. Le resultaba extraño ese paisaje. Jamás había estado en un lugar así. Sin embargono se detenía, seguía caminando.
Al llegar a la ciudad se encontró con que esta ardía en llamas. Había explosiones, derrumbes de esificios. No entendía por que no aparecía ninguna persona ni se oían gritos o sirenas. Todo se hallaba en perfecta calma.Como si no hubiese nadie allí.
De pronto llegaron varias criaturas grises que poseian un cuerpo delgado en forma de cilindro. Elcual contaba con brazos y piernas terminados en garras y una cabeza que albergaba dos enormes ojos rojos junto a una boca repleta de colmillos.
Aceleró la marcha. Notó que le costaba moverse a la vez que aquellos leganaban en velocidad. Enseguida se vió rodeado y sin espacio como para poder escapar. Con voz ronca uno le dijo_ Dios les regaló este planeta para que locuidaran pero hicieron todo lo contrario. Contaminaron ríos, destruyeron bosques, se matan entre ustedes mismos. Por suerte hubo un glorioso día en el que, cansado de ver como lo traicionaban, se marchó a otra parte. Nadie sabe donde. Lo importante es que dejó este mundo a la deriva permitiendo que ahora viniera a reemplazarlo este otro ser. El es nuestro amo. El logró salir de abajo de la tierra donde permaneció encerrado durante siglos para liberarnos a todos nosotros y acabar con la humanidad."
Luego todos se le fueron encima.
Fué en ese instante cuando se levantó sobresaltado de la cama, abrió la ventana de su cuarto y vió que afuera la ciudad estaba como siempre. Con el sol que empezaba a asomarse entre los edificios junto a decenas de personas que esperaban el colectivo para ir a trabajar.
Al mirar el diario se quedó pensando en ese horrible sueño que tuvo. Sobre todo cuando leyó las noticias relacionadas con los derrames de petroleo, las muertes que dejan las guerras o las enfermedades producidas por la falta de agua potable o alimentos.